martes, 7 de junio de 2016

RUTA DEL MODERNISMO FERROLANO


En 1761 Carlos III aprueba la construcción del barrio de la Magdalena, a la vez que la construcción de los arsenales y el astillero militar, nace así el Ferrol moderno tal como lo conocemos hoy en día.

Su trazado rectangular y su plano en cuadrícula, recuerda a una tableta de chocolate, en sus calles paralelas y perpendiculares, se saltean edificios clasicistas con grandes balcones de hierro forjado y galerías de madera acristaladas, las cuales marcarían una tendencia y una seña de identidad de Galicia. Este urbanismo en forma de tableta de chocolate se repite en ciudades como Barcelona y San Francisco.

A principios del siglo XX se empezaron a construir numerosos edificios modernistas, con las formas redondeadas, decoración con elementos de la naturaleza, ventanas con molduras vegetales, balcones como enredaderas y esquinas en forma de torres con tejados de alto copete. En total, 25 edificios, entre teatros, hoteles, edificios públicos y casas privadas.




Al mismo tiempo que estas construcciones, se llevaron a cabo otras en grandes ciudades europeas, como en Barcelona, o en Bruselas con la variante art noveau.

El máximo exponente de esta nueva tendencia fue Rodolfo Ucha Piñeiro, nacido en Vigo en el año 1882. Ejerció el cargo de Arquitecto Municipal de Ferrol desde el año 1909 hasta el año 1936. Después de una posterior etapa de trabajo en Madrid, volvió a Ferrol donde ejerció su profesión de forma particular hasta el año 1976, falleciendo en el año 1981.
Entre los años 1910 y 1915, llevó a cabo sus obras más modernistas, que podemos ver en el casco histórico de Ferrol, empezando por la casa Romero y la antigua Fonda Suiza, hoy Hotel, del año 1910. En años sucesivos las casas Munduate, Pereira, Bruquetas y Brañas, el edificio del Correo Gallego y el antiguo Hotel Suizo, hoy entidad bancaria, hasta la casa Rodríguez Trigo el año 1915.



Además, el Hotel Ideal Room, obra del año 1917,  el Chalet de Antón, construido el año 1919, el Banco de La Coruña, hoy establecimiento hostelero, la Cocina Económica, el Chalet de Sixto en Canido, la fachada del Teatro Jofre,  la capilla de la Merced y el edificio de la Pescadería en la plaza de Abastos, y finalmente el Casino Ferrolano, terminado en el año 1925.
CASA ROMERO

Está situada entre la calle de la Iglesia, calle del Hospital y calle Magdalena, abarcando el ancho de una manzana. Su fachada sur, tiene una hermosa perspectiva desde la plaza de Correos, por algo es el mejor edificio de Rodolfo Ucha. En esta misma plaza también se encuentra el Teatro Jofre, cuya fachada también es obra de Ucha.



Destacan sus galerías circulares esquinadas, los miradores que cubren el chaflán y los frisos decorativos, siguiendo una línea art noveau (o modernismo), que conserva desde su construcción en 1910. 

Creado por Ucha como un edificio de dos pisos y bajo, en 1940 se le añadió una tercera planta, el ático. La Casa Romero, así conocida, porque fue la sede de los almacenes de ferretería Romero Hermanos, se conserva en un estado excelente gracias a los trabajos acometidos por los propietarios. 









La fachada sur de la casa Romero, se abre la que hoy en día es la plaza de Galicia. Flanqueando esta plaza se encuentra el Teatro Jofre.


TEATRO JOFRE

En 1862, se proyectó la construcción del nuevo teatro, Joaquín Jofre Maristany, afincado en Buenos Aires, fue el benefactor que impulsó su construcción.

En 1921, Rodolfo Ucha, proyecta una nueva fachada, llamada fachada-telón, para sustituir la sobria fachada primitiva. Ucha la superpuso a la anterior, a la que incorporó elementos decorativos monumentalistas, reflejo de las nuevas tendencias del momento.


La dotó de un pórtico de arcos apoyados sobre columnas jónicas, sus capiteles tiene elementos florales.


Llama la atención las caras colocadas sobre las columnas, parece que representan la comedia y la tragedia, tantas veces interpretadas en el teatro.


Desde su porticado porche, se observa en frente el edifico de Correos, construido en 1935.






domingo, 1 de mayo de 2016

SELVA NEGRA Y MONTE PEDROSO. SANTIAGO DE COMPOSTELA

La Selva Negra, situada en el corazón de Santiago de Compostela, es una finca que antaño fue pública y luego privada. El Consorcio de Santiago se la compró a los herederos en 2007. Está documentada la existencia de la Selva Negra, como finca en el siglo XVII.
Situada en la falda del Monte Pedroso, y a continuación de la famosa Granxa de Xesto, otro parque para esparcimiento de los compostelanos, sus caminos nos invitan a recorrerla.



Para llegar a la Granxa de Xesto, accederemos por la rúa Galeras, por detrás del Polideportivo de Santa Isabel, subiremos la rúa de Casas Novas hasta el final, dejando a la izquierda, en Monte Pio, la residencia del presidente de la Xunta de Galicia. Al fondo las torres de la catedral.




Cruzaremos el parking de la Granxa de Xesto hasta el final, y en el último parking de tierra, comenzaremos la pequeña ruta. Se le llamó Selva Negra por la densidad de su vegetación.  Esta ruta la hemos calculado para hacer 3 kilómetros, pero cuidado que la vuelta es una subida bastante pronunciada.


Bajaremos por un camino, entre plantaciones recientes de robles.


Hay la posibilidad de continuar este camino hasta abajo, pero hacia la mitad, decidimos desviarnos a la derecha para acercarnos por un pequeño senderos a un riachuelo.


Por este senda disfrutaremos de los robles más longevos y curiosos. La riqueza de la finca son las especies vegetales autóctonas, en el mantenimiento de la finca se retiraron especies invasivas como el eucalipto y las acacias 




En la rehabilitación de la finca, se descubrieron muros de piedra de más de dos kilómetros, así como restos de una casita construida para organizar meriendas los fines de semana. Fácilmente se ven restos de las escaleras de la misma, así como de los muros.


Actualmente solo queda en pie, bastante bien conservada, una fuente de dos caños de notable antigüedad.


Un camino de piedras nos invitan a cruzar el riachuelo.pero continuaremos nuestra senda.


Así llegaremos a la antigua puerta de entrada a la finca.


Volveremos bordeando el muro, ahora toca subir. podemos continuar el camino o bien aprovechar una rotura en otro muro para cambiar al camino paralelo que va a alcanzar más altura con lo que tendremos mejores vistas, aunque la pendiente es cada vez más acuciada.



Las vistas valen la pena.



Podríamos continuar otras rutas, pero después de esta agotadora subida, descansaremos en la Granxa de Xesto, disfrutando de sus lagos, de sus campos de hierba fresca o de una buena bebida en el bar.


domingo, 24 de enero de 2016

SENDA VERDE DE BROÑA Y PASEO MARÍTIMO DE “O FREIXO”


Salimos de Santiago por la vía rápida AG-56 en dirección a Noia, a 43 kilómetros, y en 41 minutos, encontramos la playa de Broña en el concello de Serra de Outes. Estamos al final de la ría de Muros y Noia.


En esta ocasión vamos a unir, andando, la senda verde de Broña y el paseo marítimo de “O Freixo”. Ida y vuelta son más o menos 7 kilómetros y medio. La ruta es de dificultad baja, apta para todos los públicos, es totalmente llana, a excepción de una par de subidas muy ligeras. Disfrutaremos de paisajes marítimos durante todo el trayecto. En el recorrido encontraremos, bancos y mesas de madera y piedra para descansar, merendar o comer. A pesar de que toda la ruta es al borde del mar dispondremos de mucha sombra gracias al diferente arbolado. Quizás lo que más se echa en falta en toda la ruta son fuentes de agua, es conveniente llevar provisión de agua, aunque en la playa de Broña hay muchos bares.


Podemos comenzar la ruta en O Freixo, en los Astilleros de Lago Abeijon, a la entrada del pueblo. Bordeando su muro, y nada más empezar encontramos unas mesas de piedra. Es pronto para descansar. Continuaremos por un camino de hormigón bordeando la ría.



En poco tiempo llegaremos a un parque infantil. 


A continuación, y siempre siguiendo el borde del mar el camino de hormigón se convierte en una senda internándonos en un bosque. 


Aquí encontraremos eucaliptos, pinos, robles y algún castaño.



Poco antes de un cruce encontramos otras mesas de piedra para nuestro descanso.


En el cruce seguiremos bordeando el mar hasta llegar a un puente azul y una pasarela de madera.


La senda se acaba y desembocamos en una pista asfaltada, seguiremos hacia la derecha para llegar todo recto a la playa de Broña.


Aquí también disponemos de muchas mesas de madera y bancos. Paralelamente a la arena, seguiremos en busca de la “senda verde”, la encontraremos a continuación de la caseta de la Cruz Roja o Protección Civil, a la izquierda de la playa.


Bordeando la costa, nos encontraremos con bonitas y tranquilas calas de arena. 


En pocos metros desembocaremos en otra pista, también de tierra. 


A pesar del arbolado se distingue perfectamente el otro lado de la ría, la playa de Testal y el puente nuevo que cruza la ría. 


En seguida llegaremos a un cruce, fijaros que hay un poste de madera la que le falta el cartel, tanto si continuamos de frente como si nos decidimos por el camino de la derecha llegaremos al mismo sitio. Resulta inexplicable que en nuestro país los carteles estén tachados con pintura, arrancados o a veces cambiados de dirección para confundir a los visitantes…….


Yo recomiendo el camino de la derecha para disfrutar de las vistas de la ría.


En pocos metros habremos llegado al Área Recreativa de punta Requeixo, compuesto de un parque infantil y mesas de piedra como merendero.