jueves, 26 de noviembre de 2015

OLEIROS. COSTA DE DEXO SEGUNDA PARTE


Continuaremos la ruta de Dexo esta vez hacia el este. En este tramo, también, encontraremos curiosidades. 
La ruta la hemos reducido a 4 kilómetros, apta para todos los públicos a excepción de una ligera subida a mitad de la caminata, aunque serán menos de 100 metros.



Nos situamos de nuevo en Porto Dexo, donde merendamos en la primera parte de esta ruta. Mirando al mar, vemos un sendero que inicia una ligera subida a la derecha del puerto.


No son demasiado escalones, hay quien carga con lo que lleva para continuar la marcha....



Una vez arriba, un indicador nos marca 1,66 km a la "igrexa de Dexo".

En pocos metros tenemos que bordear un antiguo lavadero, aquí tenemos una ligera bajada. ¡¡Cuidado, la pasarela es de madera, si está mojada se puede resbalar!!.


El sendero bordea la costa, y como en la primera parte de la ruta, podemos disfrutar de la isla da Marola, el puerto exterior de Ferrol, y la entrada de la ría de Betanzos.


Mirando hacia el oeste, distinguimos a lo lejos de nuevo la emblemática Torre de Hércules


Después de bordear la costa y admirar los acantilados, nos prepararemos para un subida consistente.

Justo antes de internarnos en un bosque de pinos, eucaliptos y castaños, encontramos un cruce con otro indicador, 1,05 km a la iglesia de Dexo.

A la izquierda, un camino baja hacia el mar, aquí, un poco escondido, podemos encontrar "A Cova do Ladrón", un curioso agujero.


Seguiremos el sendero hacia el bosque, pasando entre dos fincas cerradas, una de ellas tiene delante un proyecto de palmera. ¿Estaremos en la selva amazónica?


Ahora tenemos que fijarnos en los indicadores, muchos están ocultos por la maleza.


Después de 500 metros saldremos del bosque y llegaremos a una casa y a un cruce con una pista asfaltada. Cogeremos a la derecha por esa pista, y a 250 metros encontraremos otro cruce, volveremos a coger a la derecha y, ya en un núcleo de casas y a 150 metros encontramos la iglesias románica de Dexo.


Santa María de Dexo, románica del siglo XII, es un claro ejemplo del románico rural gallego. Tiene una planta rectangular de una sola nave rematada en un ábside semicircular. 
La fachada principal sigue la estructura típica del románico abriendo al exterior tres puertas: dos laterales de medio punto y una principal de mayor interés. 


Consta de tres arquivoltas de medio punto con decoración geométrica y en el tímpano aparece una cruz. Se remata con una espadaña doble de época posterior. 


El muro exterior sobre el que se apoya el alero tiene representaciones de cabezas humanas y de animales, siendo muy representativa la imagen de un cordero, el Cordero Místico.



El conjunto está circundado por un cementerio a modo de cierre.

Volveremos por donde vinimos, pero esta vez nos desviaremos en el cruce anterior por el que salimos del bosque, a 350 metros de la iglesia, pasando entre 2 casas. Al poco, después de la última casa, termina la pista asfaltada. Nos internamos de nuevo en el bosque, 

Para ser noviembre estamos disfrutando de un tiempo soleado y caluroso, hoy estamos a 21 grados. A pesar de la temperatura y la falta de lluvias, encontramos por el bosque las setas típicas de la época. ¡Cuidado, si no las conoces es mejor NO tocarlas!


También es época de caza, llevamos oyendo a los cazadores pegar tiros toda la mañana, lo cual resulta inquietante. De pronto, y para nuestra sorpresa, entre la maleza aparece un bicho muy bonito de colores muy vivos y brillantes, y de cola muy larga


Es un faisán macho, que huye despavorido de los cazadores, aunque quiso posar para nosotras, y así le disparamos ... con la cámara.

Después de 600 metros por el bosque, debemos fijarnos en un indicador que nos guía de nuevo al puerto de Dexo, Justo en frente, sale un camino a la izquierda, éste nos conduce a un antiguo molino restaurado.


Volveremos al camino principal del bosque y lo continuaremos hacia el mar, para llegar al punto de partida, Porto Dexo, donde comeremos tranquilamente mirando al mar.


lunes, 9 de noviembre de 2015

EL FAEDO DE CIÑERA (LEON)


El Faedo de Ciñera es un pequeño bosque formado fundamentalmente por hayas, situado en la localidad de Ciñera de Gordón, municipio de La Pola de Gordón, en la provincia de León. Se engloba dentro de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, y ha sido reconocido como el Mejor Bosque de España en 2008. 

Ciñera de Gordón está a unos 35 km saliendo de León por la N-630 en dirección a Asturias.


Aunque la ruta entera es de 11 kms, (la que recorre el viejo camino que hacían los mineros de Villar del Puerto para bajar hasta las minas de Ciñera de Gordón), la subida para ver el faedo no tiene más que 2 Km y es llana casi todo el camino. 

Esta ruta es aconsejable en otoño, a finales de octubre es el momento en que las hayas cambian el color de sus hojas tornándose en un tono rojizo antes de caer y dar paso al invierno.

Para empezar la ruta, nos situamos en el centro de Ciñera, en la plaza de la iglesia, de frente al café Hispano subimos una pequeña calle a la izquierda llamada muy acertadamente "Paseo el Faedo", hacia el polideportivo (42º53’03.71N    5º38’03.14W )  
  

A partir de aquí casi todo el camino es llano hasta llegar a una bocamina cerrada.



A continuación hay una casa abandonada, aquí empieza una pequeña cuesta. Debemos de coger hacia la izquierda. 



Pasamos un pequeño puente sobre el riachuelo, y cruzamos un pequeño desfiladero sobre una pasarela de madera.




De pronto se abre un gran espacio formado por un prado, el río y las montañas que te envuelven, a partir de aquí se ven las hayas aportando colorido a la postal otoñal. En este prado hay una área recreativa con muchos bancos y mesas de madera.



Continuaremos el sendero hasta otro puente,  a partir de ahí empieza el bosque de hayas. 





En mitad de este bosque mágico con encanto, y "encantado", se encuentra “fagus”, un extraordinario ejemplar de haya que tiene más de 500 años, 23 metros de altura, uno de los más viejos de la península.


Decimos bosque encantado porque en verdad parece sacado de un cuento de hadas.


Si avanzamos un poco más, comienza un desfiladero con torrentes de agua. (Por esa zona hay que tener un poco de cuidado ya que son todo rocas y se puede resbalar). Aquí se acaba la ruta fácil.

Después de cruzar un cuente, ascenderemos por un camino de escaleras de piedras ayudándonos a una cadena instalada para asegurarnos la subida. 


¡¡Cuidado!! A continuación hay un camino bordeando la piedra, también hay una cadena para nuestra seguridad.



Así llegaremos a una pasarela de madera que nos llevará a través del desfiladero hacia pequeñas cascadas.



En este punto, si queremos hacer la ruta entera hay que continuar el camino señalizado que pone a Valporquero y La Vid, sin embargo el sendero se vuelve complicado, pues parte de él se hace subiendo por las piedras. 

Si no, daremos la vuelta y volveremos por donde vinimos, aprovecharemos para merendar en el área recreativa. Ida y vuelta, nuestra ruta fueron 5 kilómetros.